lunes, 16 de enero de 2012

EL SUMAK KAUSAY


*Ileana Almeida

¿Qué significa Sumak Kausay? ¿Es un concepto que tiene raíces en la cultura quechua, o es un calco del “estado de bienestar”, aparecido en Europa para superar la crisis ocasionada por la segunda guerra mundial?  ¿Marca realmente la brecha existente entre dos maneras de concebir el progreso de la humanidad?

El lingüista quichua Fabián Potosí, que ha analizado las ideas contenidas  en el diccionario de Gonzalez de Holguín (siglos XVI-XVII), considerado el mayor monumento de la lengua general del Inca y el mayor repertorio de palabras y giros idiomáticos, no ha logrado encontrar el concepto de Sumak Kausay. Sin embargo, algunas formas “cultivadas y cuidadas” como: kusi killpu kay “la ventura de las cosas”, songo kausay “vivir con razón”, allimpi  kausani “vivir a gusto”, cheka kausay “vida dichosa”, samay kausay “alentar la vida”  pueden  equiparársele. González de Holguín recoge el quechua cultivado en la ciudad y la corte, donde sumak es un concepto estético: “cosa hermosa”; sumak chakuni: “engalanarse, mostrar su honra”. Es imaginable que Sumak Kausay  se conociera en amplias capas de la población quechua de las diferentes regiones del Tawantinsuyo, y que se usara como sinónimo de “lo bueno y el bien”, es decir, como concepto ético.  Es posible que  respondiera a la psicología social de la época. Así ocurría en las tempranas civilizaciones esclavistas, en las que la psicología  social se orientaba al pasado, a los tiempos de la igualdad comunal.  En el caso quechua reflejaría el anhelo de corregir las injusticias surgidas con el incario, pues la nobleza se enriquecía a costa de la tierra y la libertad de los hatun runa, los comuneros, así como por el deseo del restablecimiento del ayllu. Por cierto, el Inca trataba de “velar por todos”, pero las leyes económicas se abrían paso sobre cualquier obstáculo.

El Sumak Kausay, en quechua “buen vivir”,  y el Suma Qamaña, en aymara “convivir bien”, noción más cercana a la idea comunitaria, respectivamente, han sido recogidos  en las constituciones del Ecuador (2008) y Bolivia (2009), como principios  ético-políticos,  como sabiduría ancestral que respeta el medio ambiente, como alternativa al desarrollo neoliberal, como camino para ir más allá del puro desarrollo. Lo que más conmueve es que estos conceptos se los exprese en lenguas discriminadas, y que a través de ellos los indígenas se incorporen a la protesta en contra de una economía que devora sin piedad la economía de los países pobres, en contra de las transnacionales que merodean aquí y allá para apropiarse de la tierra, el aire, el agua,  la cultura y la conciencia. Sean bienvenidos los conceptos de Sumak Kausay y de Suma Qamaña como respuestas a situaciones y necesidades reales. ¿Serán capaces de entenderlos en su profunda esencia los gobiernos de los dos países, de cumplir con   las disposiciones  de las cartas políticas que los acogieron?

*Filóloga

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