Dineib
y Gobierno
Ileana Almeida*
A pesar de todos los esfuerzos de la DINEIB para llevar
adelante su proyecto autonómico de Educación Intercultural Bilingüe, la miopía
política y cultural del gobierno se opone a los propósitos de los pueblos
indígenas por llevar adelante una gestión educativa amigable con la naturaleza y
ajena a las tentaciones de una globalización que solo favorece al gran capital
transnacional.
Con sorpresa y desaliento se recibió en la Dirección de la
Educación Bilingüe la disposición del Ministerio de Educación según la cual el
programa especifico de la Educación Indígena pasaría a manos de esa secretaría
de estado. Si tal resolución se llega a concretar se pondría en evidencia la incomprensión
y el deliberado desprecio de los organismos oficiales a los derechos y
necesidades de la población indígena. Hoy por hoy el mundo vive una era de
compromiso de los estados con las lenguas que existen al interior de ellos,
pues bien se sabe que alentar la práctica de las lenguas de las minorías es la
forma idónea de responder a los requerimientos más profundos de los hablantes y
de mantener el carácter nacional de sus pueblos. Hay que defender las lenguas
históricas como el fundamento que son en la trasmisión de valores auténticos y
originales y, a través de la educación, recuperarlas y rehabilitarlas. Ahí
están los ejemplos del euskera, el
catalán, el vietnamita, el irlandés, el sami o el maya, lenguas que han
demostrado su validez histórico-cultural en el pasado y la viabilidad que
tienen para el porvenir. Por supuesto que la situación y condiciones de cada
uno de estos casos son específicas y solo son comparables entre sí hasta cierto
punto.
En el Ecuador la cuestión de la Educación Bilingüe
Intercultural tiene su propia historia y
sus propias características. La Dineib se estableció en 1988 por gestiones de
la CONAIE durante el gobierno de Rodrigo Borja. Los indígenas asumieron la
planificación de la educación en sus propias lenguas, tratando de expresar los
mundos indígenas en la esencia que cada uno tiene, como una señal de avance en
sus reivindicaciones y de fortalecimiento y dinamización de los valores comunales. La Educación Bilingüe
Intercultural penetró en la conciencia de los indígenas como
símbolo de trato igualitario entre los pueblos, como una luz de esperanza para
superar seculares formas de dominación y aislamiento y como forma de autonomía.
El afán del régimen de arrebatarles el manejo de su propia educación
a los indígenas evidencia mala fe política y desconocimiento de lo que es un
Estado Plurinacional. Una cosa es un
país plurinacional y otra un Estado plurinacional. Los indígenas son ciudadanos
ecuatorianos, pero tienen su propia nacionalidad y, por lo tanto, derechos
específicos. Son ellos quienes deben dar las pautas culturales y lingüísticas de
su educación y no los escasos especialistas con que se cuenta aquí, tanto más
que estos no conocen a fondo la realidad indígena y no pueden garantizar una
comunicación directa con los comuneros.
*Filóloga
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