lunes, 28 de noviembre de 2011

LA IMAGEN DE MONICA CHUJI


Ileana Almeida *

Las tendencias predominantes en el pensamiento social y político del país han variado. Ahora los movimientos sociales son los que proporcionan las ideas para superar las plagas del actual período histórico: destrucción ecológica, economías injustas, extinción de pueblos, prejuicios de género, pretensiones de autoridad absoluta. El concepto de la realidad cambia continuamente y, por lo mismo, la comunicación mediática exige nuevas imágenes. Las antiguas presentaban a los indígenas de manera estereotipada, sin rostros, sin propuestas para resolver sus problemas, sin rebeldía ni conciencia de su situación. Esa percepción se había instalado en el pensamiento de grandes sectores de la población; sin embargo, cuando los pueblos originarios mostraron sus profundas raíces históricas, sus ideas políticas y su fuerza organizativa, los medios empezaron a mostrar rostros de líderes, de asambleístas, de profesionales, de artistas quichuas, shuaras, tsáchilas, etc.

Por supuesto lo anterior no significa que los medios ahora solo proyecten representaciones positivas de los indígenas. ¿Ejemplos? Ciertos canales de TV todavía exhiben escenas ofensivas lastradas de racismo imputándolas a determinadas prácticas de la justicia comunitaria. Son la consecuencia de concepciones y ópticas lastradas de racismo. Sin embargo, el Ecuador como país, no puede ser pensado como tal sin la frecuente, muy frecuente, representación icónica de los pueblos originarios.

En este contexto, la figura mediática que proyecta Mónica Chuji sensibiliza la opinión pública a su favor y expresa vivamente las proporciones que ha tomado el cambio. Su figura menuda y combativa inspira simpatía y solidaridad, más aún si se considera que tiene como trasfondo la lucha de su comunidad, la de Sara Yacu, reconocida por la firmeza y capacidad que ha demostrado para defender los derechos humanos de los pueblos indígenas. La imagen de Mónica, enfrentada a la prepotencia oficial, ha adquirido un significado político mayor y ya ninguna artimaña del poder podrá abolir esta percepción, cada vez más generalizada.
Por el contrario, la imagen del régimen se deteriora con cada atropello que este comete. La insólita presencia del presidente Correa y sus cercanos colaboradores en la sala del juzgado, con el evidente propósito de intimidar a la dirigente indígena y a los jueces que debían juzgarla, revive modelos de sometimiento propios del  pasado colonial. Los medios dieron testimonio irrefutable de la intromisión del ejecutivo en un asunto privativamente judicial, y la gente la entendió como un nuevo intento de amedrentar a todos los que se oponen al ejercicio dictatorial del poder.

Ileana Almeida

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